En estos días pasados, el PSOE se ha sentido molesto por las declaraciones de Don Jaime Mayor Oreja en relación con supuestas negociaciones y contactos del Gobierno con la banda terrorista ETA. El propio Presidente del Gobierno, Sr. Rodríguez Zapatero, las consideraba “impropias”, “inaceptables”, “un disparate” y “mentiras”.
Aquellos que conocemos a Don Jaime Mayor Oreja, porque durante muchos años y en circunstancias difíciles participamos por encima de las siglas políticas de un proyecto que fuese creando las condiciones para modificar la situación que se vivía y vive en la Comunidad Autónoma Vasca, sabemos de su honradez como político, de la profundidad en su análisis sobre unos hechos y un territorio que conoce muy bien por haber nacido y vivido en el mismo pero, sobre todo, sabemos que no ha mentido nunca ni miente ahora.
Quien nos ha mentido sobre este tema una y mil veces, ha sido el Sr. Rodríguez Zapatero y para justificar la afirmación anterior basta recordar su negación cuanto se le preguntaba por “contactos” con miembros de ETA durante la legislatura anterior y a escasos días de la bomba en la T4 en Barajas. Una y mil veces, han pasado por nuestra retina distintas imágenes, que nos trasladaban los medios de comunicación, de las reuniones celebradas alrededor de la mesa de un hotel en San Sebastian donde Patxi López, Rodolfo Ares, Jesús Eguiguren, por el PSE, y Arnaldo Otegui, Joseba Permach, Olatz Dañobeitia, Rufi Etxeberria, etc., por Batasuna-ETA, forcejeaban acuerdos de los cuales poco sabemos. Mientras tanto, el PSOE negaba la negociación, lo triste fue la posterior posición mantenida por la Justicia con respecto a este tema.
Una y mil veces, la inacción sigue manteniéndose con respecto a circunstancias centrales en relación con la mano tendida del actual Gobierno a la banda terrorista ETA.
¿Por qué sigue hasta el día de hoy ANV en 43 Ayuntamientos de la Comunidad Autónoma Vasca, cuando todos sabemos a quienes representan?
¿Por qué no se nos proporcionan explicaciones sobre el “caso Faisán”, un ataque al corazón del Estado de Derecho y de la democracia española?
¿Por qué las detenciones a jóvenes “presuntos” etarras se producen, en la mayoría de las ocasiones, en territorio francés o, últimamente, en Portugal?
¿Cómo es posible que proviniendo, dichos jóvenes, de la Kale Borroka y residiendo en la Comunidad Autónoma Vasca o en otros lugares de España, las detenciones en territorio español sean mas bien escasas?
¿Por qué NO se ha revocado, a día de hoy, el consentimiento que “a solicitud del Sr. Rodríguez Zapatero se aprobó en el Congreso de los Diputados” (con la excepción de los votos del PP) para iniciar negociaciones con la banda terrorista ETA? (escena y acuerdo que no olvidaré mientras viva. Como aparece en el film Soah de Claude Lazmann que comienza con las palabras de Simon Srebnik cuando al cabo de cuarenta años regresa al campo de exterminio donde estuvo prisionero: «Sí, éste es el lugar». «Aquí fue»; también yo “estuve allí”, en el Congreso de los Diputados, en la Cámara, según consta los cánones que dirigen nuestra democracia, es la representativa de la soberanía popular. Pues bien, en ese lugar y por manifestar mi desacuerdo ante tal ignominia y reprochárselo con duras palabras al Presidente del Gobierno que se encontraba en la Tribuna de oradores realizando la propuesta, se me expulsó del hemiciclo y, posteriormente, aunque lo expresaran con otras razones, se me expulsó del PSOE).
Demasiadas preguntas sin contestación y a ello podemos ensamblarle el contenido de algunos reportajes periodísticos realizados a Arnaldo Otegui que nos dejan perplejos, también un artículo del eurodiputado Don Ramón Jaureguí y la última entrevista aparecida en los medios de comunicación efectuada a Jesús Eguiguren. En este material, entre otros, las dudas o mejor dicho las certezas nos asaltan y asedian a muchos españoles de bien. El Presidente del Gobierno, Sr. Rodríguez Zapatero, no tiene autoridad moral para tratar de equivocarnos a una mayoría significativa de ciudadanos/as de este país. Somos adultos y desechamos paternalismos que nos afectan negativamente. De cualquier forma, personalmente me quedo con Don Jaime Mayor Oreja como compañero de viaje y decirles a quienes lean estos párrafos que se repitan un lema que los constitucionalistas de bien repetimos en la Comunidad Autónoma Vasca “paciencia para resistir y coraje activo para ganar”.
Camino de la Shoah
ResponderEliminarLiteralmente traducido del hebreo como catástrofe, Shoah es también un término que alude al holocausto y a la infinita desolación propiciada en el pueblo judío (también el gitano) tras el exterminio.
No podía usted haber hecho una mejor referencia, Doña Gotzone, al mencionar el inquietante film de Lazmam, puesto que a ello se dirige la Comunidad Vasca si antes nadie lo remedia mediante actuaciones claras e inequívocas, como cuando usted misma junto a Mayor Oreja y Redondo Terreros entre otros, lo intentaron heroicamente pagando un precio muy alto, que en su caso concreto, pasa su actual situación de “exilio”. Actuación que por parte del gobierno es claramente la contraria por mucho que intente negarlo o disfrazarlo.
Personalmente pienso que nunca dejaron de hacerlo, me refiero a lo de negociar claramente con ETA, aunque eso sí, con constantes “fuegos de artificio” de por medio, muy mediáticos todos ellos, para confundir a la opinión pública.
Somos muchos quienes pensamos que algo tendrá que ver el 11-M con todo esto, demasiado interés en que no se sepa la verdad, como también demasiado interés en no “romper la baraja” con ETA desde aquella trágica jornada. ¿Qué otra explicación puede existir para que el gobierno "se la juegue" una vez tras otra en sus negociaciones con ETA?.
Solo hay que dar un poco de tiempo para que volvamos a revivir lo mismo, y veamos a un gobierno negando la negociación y al poco haciendo todo lo contrario, e intentando encima convencer a la opinión pública sobre las “bondades” de esa negociación.
No me creo que eso sea porque Zapatero quiera “apuntarse el tanto” que supondría el fin ETA, tal y como se ha venido diciendo. Con ETA no se acaba negociando, sino todo lo contrario, asfixiándola como en tiempos pasados se hizo.
España entera siente al pueblo vasco como algo propio, e incluso me atrevería a decir, que entrañable, entrañable por el cariño que despierta quienes se sienten perseguidos dentro de sus propios hogares. Pero lo peor de todo esto, es la desesperanza que se arroja sobre esas mismas personas, desesperanza que conduce a la desolación y a una particular Shoah de todo un pueblo que también se siente español.
"Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación”
(Salmo 83-3)