S. Srebnik,
Me hubiera gustado acudir a este acto en el que había estado presente en años anteriores. Entre otras muchas razones, porque todo lo relacionado con los prolegómenos de la Alemania Nazi y el holocausto nos han servido para reflexionar sobre lo que nos estaba ocurriendo, una vez más y en este caso, en la Comunidad Autónoma Vasca y llegar a la conclusión de que en ambos casos fue negada la plena humanidad de las víctimas. Personas como J.Améry, V. Frankl, P. Levi, E. Wiesel, entre otros nos enseñaron que "cancelar el pasado, no reparará la injusticia", que "hacer justicia era trasladar la voz del testigo al oyente" que "si, este es el lugar. Aquí fue", nos sensibilizaron sobre la importancia de recoger la palabra de los testigos y hacer que la sociedad haga suyas las agresiones cometidas. También nos trasladaron que si lo existente es la sequedad moral, habría que decir con Marek Edelman que " indiferencia y crimen son lo mismo". Como podemos apreciar en estas citas nos alertaron del valor de la memoria como una de las claves para la resistencia.
El pueblo judío es maestro de muchas cosas y sobre todo del valor de la memoria.
Una memoria que nos sirve para trascender en el tiempo. Una memoria que año tras año ha estado presente en la conmemoración de este aniversario.
Me hubiese gustado estar físicamente, yo no creo en las casualidades de la vida y algo lo impediría. Lo que no impidieron ni impedirán y menos ahora con las TICS es que estuviéramos virtualmente allí, honrando la MEMORIA de aquellas victimas de la barbarie nazi como fue el pueblo judío.
Gotzone Mora
